TOY STORY 4

En principio, Toy Story 4 iba a ser dirigida por Josh Cooley y John Lasseter, pero éste último tuvo que tomarse una excedencia de 6 meses tras reconocer conductas inapropiadas con sus empleadas. Finalmente fue despedido como jefe creativo de Pixar y Walt Disney Animation Studios; sin embargo, a pesar de su actitud, le han fichado en Skydance como presidente de animación; porque dicen que ya ha pedido perdón y no se puede desaprovechar su talento. ¡Qué vergüenza!
En principio, Toy Story 4 iba a ser dirigida por Josh Cooley y John Lasseter, pero éste último tuvo que tomarse una excedencia de 6 meses tras reconocer conductas inapropiadas con sus empleadas. Finalmente fue despedido como jefe creativo de Pixar y Walt Disney Animation Studios; sin embargo, a pesar de su actitud, le han fichado en Skydance como presidente de animación; porque dicen que ya ha pedido perdón y no se puede desaprovechar su talento. ¡Qué vergüenza!
En fin, vamos a centrarnos en la película, que hay que presentar a algunos de los nuevos personajes, pero ¡cuidado!, a partir de ahora hay SPOILERS: Forky: es un tenedor hecho de forma casera, Bunny (un conejo) y Ducky (un pato) son dos peluches de feria bastante maleducados, que no se pueden separar porque están atados por las manos, Duke Caboom es un motorista fanfarrón de los años 70, que no deja de hacer poses sobre su moto, Giggle McDimples es una agresiva policía, estilo Polly Pocket, por lo que es muy pequeña y Gabby Gabby es una muñeca clásica, que al tumbarse cierra los ojos. Es la jefa de antigüedades, tiene un equipo diabólico de muñecos ventrílocuos y parece que va a ser la villana de la historia.
Hechas las presentaciones, vamos con el argumento: Forky (en España se llama Teni) es un tenedor que Bonnie, la nueva dueña de los juguetes, ha hecho en su clase de manualidades, pero él no se considera un juguete y cada dos por tres se tira de cabeza al cubo de la basura, porque dice que es donde le corresponde estar; así que Woody intenta convencerle de lo importante que es ser un juguete, aunque no parece irle muy bien. La aventura fuera de casa comienza cuando Bonnie decide llevar sus juguetes a un viaje familiar por carretera y ahí es cuando Forky decide marcharse y, por supuesto, ahí va Woody en su ayuda. Todo esto hace que Buzz Lightyear se meta en problemas en una feria y Bunny y Ducky le hagan la vida imposible, aunque no siempre les salga bien. Por el camino Forky y Woody se encuentran con Bo Peep, pero ella ya no es la dulce pastorcita que él conoció, sino que es una muñeca de armas tomar, que tiene nuevos amigos y hace ver a Woody que hay otra forma de vivir para un juguete, diferente a la que él siempre ha conocido. Pero no todo es un reencuentro feliz, sino que tiene que vérselas con Gabby Gabby, que quiere quitarle su caja de voz porque la de ella está estropeada; así que veremos como sale de este lío.
Pixar ha decidido hacer 2 spin-offs, uno con Forky como protagonista, titulado Forky Asks a Question, que tiene 10 episodios y otro titulado Lamplight, que cuenta la historia de lo que le sucedió a Bo Peep entre Toy Story 2 y Toy Story 3.
Una de las cosas que más ha dado que hablar es que en un flashback aparece Andy, el primer dueño de los juguetes, con un aspecto diferente del que tenía en las películas anteriores. Esto no ha gustado a sus fans, que comentan que le han hecho la cirugía estética, e incluso algunos aseguran que no es él, sino su hijo; aunque esto último parece algo improbable.
Don Rickles, el actor que dio voz a Mr. Potato falleció en 2017 y no se pudo grabar sus voces para el personaje; así que utilizaron todos los diálogos que realizó como doblador en otros trabajos para hacerle un homenaje póstumo.
Hemos dejado para el final, una de las cosas que más preocupan a los seguidores españoles y es que Woody ya no tiene la misma voz. Óscar Barberán, que es el actor de doblaje que ha puesto su voz al sheriff desde 1995, se ha puesto "en huelga" por las malas condiciones de trabajo. En una película como Toy Story 4 a los actores se les paga 1.000 euros, y si es un tráiler cobran menos de 100 euros; y es que sus sueldos se mantienen muy similares a los de los años 90. Además, hay intérpretes que tienen mucho tirón porque salen en televisión y, por lo tanto, logran cachés más elevados, pero el resto tiene que aceptar peores condiciones. Otro problema que tienen es que los grandes estudios delegan el doblaje a estudios de grabación, que son los únicos interlocutores posibles para los actores y como éstos no disponen de representantes, tienen que ser ellos mismos los que luchen por sus intereses y es una tarea bastante complicada.
Ojalá todo se arregle y el día 21 de junio, que es cuando se estrena la película en los cines de España, escuchemos a Woody gritar, con su voz de siempre, ¡corre como el viento, Perdigón!